Las aves mantienen nuestro mundo a salvo de las plagas...

Escrito por John Sterling traducido del inglés por Claudia Caicedo

La vida de un insecto

Varias especies de insectos, entre ellas ...experimentan ciclos vitales durante los cuales las poblaciones de cada especie se mantienen reducidas por varios años y luego son seguidas de explosiones o erupciones poblacionales. Durante los años en que no tienen lugar las erupciones, los insectos por lo regular se mantienen confinados en áreas pequeñas en las que los árboles están sometidos a condiciones adversas, tales como las sequías y se encuentran demasiado débiles para poder defenderse de los insectos.

Las erupciones de algunas especies de insectos pueden tener un efecto devastador en los bosques pues los insectos acaban con las hojas de los árboles o atacan la corteza. En el pasado, vastas extensiones de bosques han perecido durante las erupciones.

El ciclo vital de los insectos en erupción sigue un patrón general: el crecimiento rápido de la larva (oruga o gusano), por lo regular entre junio y mediados de julio, seguido por una etapa larval (o crisálida), durante la cual la larva se convierte en adulto (polilla, mariposa, escarabajo) y, finalmente, la etapa adulta durante la cual tiene lugar la reproducción. En algunas especies, la etapa de crisálida dura todo el invierno mientras que en otras el adulto emerge durante el verano mismo.

Para evadir la muerte

Los insectos están sometidos a un sinnúmero de amenazas que incluyen las condiciones climáticas adversas, las enfermedades, los parásitos, la destrucción del hábitat, los insecticidas y la depredación por parte de arañas, hormigas, escarabajos, mamíferos, reptiles, anfibios y aves. Sin embargo, para obviar estas dificultades, los insectos han desarrollado unos complejos métodos de supervivencia.

Las estrategias contra los depredadores son tan diversas como los insectos mismos. Mientras algunos producen en sus cuerpos químicos venenosos, otros se cubren de espinas. Los gusanos y crisálidas con gran frecuencia reproducen los colores de su entorno y, algunos incluso, imitan las formas de las hojas o de las ramas. Otras especies se esconden entre hojas muertas enrrolladas, en el envés de las hojas verdes, en las fisuras de la corteza, bajo las hojas caidas, o en las flores. Algunas especies, incluso, han llegado a desarrollar patrones alimenticios tales como alimentarse de noche, hacerlo en lugares secretos, o vivir y alimentarse bajo la corteza, con el fin de evitar a los depredadores. Otros insectos pican durante el día las hojas de que se alimentan, en su intento de engañar a las aves que los buscan en las hojas devoradas parcialmente.

Las aves constituyen un control de plagas tecnológicamente avanzado, sumamente motivado, extremedamente eficiente y sumamente eficaz en términos de los costos.

Cómo eliminan las aves a los insectos

A pesar de todas las tácticas que los insectos han desarrollado para evitar la depredación, aún se enfrentan a muchísimas especies de aves insectívoras, también sumamente adaptadas:

  • Los insectos en erupción con frecuencia están infectados de parásitos. Muchas aves pueden identificarlos y con frecuencia elijen a aquellos que no tienen parásitos. Al alimentarse únicamente de individuos sanos, las aves incrementan el efecto de los parásitos pues reducen las poblaciones de insectos.
  • Las aves pueden diseminar infecciones virales entre las plagas de insectos. Al alimentarse de escarabajos y sus virus y, luego, defecar dichos virus en los troncos de los árboles, las aves logran transmitir la infección a los escarabajos de la corteza del mismo árbol y por todo el bosque.
  • Las aves cuentan con una gran movilidad y al mudarse a un área específica muchas especies pueden aprovecharse de las erupciones de los insectos locales. La abundancia de aves en una de estas invasiones puede equivaler aproximadamente a 80 veces los niveles normales.
  • La época de procreación de las aves ocurre durante los períodos de mayor abundancia de insectos. Durante estas épocas, algunas aves aumentan la cifra de sus crias con el fin de aprovechar la abundancia de alimento.
  • A las aves les encanta alimentar a sus pequeños con insectos grandes y jugosos. Relativamente, pocos insectos sobreviven a las etapas de huevo y de larva joven. Al alimentarse de insectos grandes, en las etapas avanzadas de los gusanos y de adultos, las aves constituyen una fuerza clave para reducir las poblaciones de insectos.
  • Las aves pueden alterar su dieta y alimentarse casi exclusivamente de plagas durante una erupción de insectos, siempre y cuando hacerlo les resulte provechoso. Ellas pueden desarrollar una imagen de rastreo de la nueva presa y aprender a cazarla de una manera más eficiente.
  • Además de desarrollar una imagen de rastreo, las aves pueden variar de ubicación para alimentarse y, como respuesta a una erupción, adaptar su comportamiento. Por ejemplo, cuando una vasta cantidad de insectos se localiza en el dosel (parte alta) de los árboles, muchas de las aves que se alimentan en el suelo o a nivel de los arbustos pueden ascender hasta el dosel para alimentarse. Asimismo, durante la época en que empollan los insectos voladores , las aves -que por lo general se alimentan arrancando los gusanos de las hojas- pueden, en cambio, perseguir a los insectos y capturarlos en el aire.
  • Algunas de las estrategias alimenticias de las aves pueden dar lugar a cambios sustanciales en los hábitats de los insectos, de tal manera que se produzca un aumento en la mortalidad de los insectos. Por ejemplo, al descascarar la corteza de los árboles, los pájaros carpinteros exponen a los escarabajos a temperaturas extremas, a la pérdida de humedad, a los parásitos y a los depredadores, lo que incrementa su tasa de mortalidad.
  • Las aves pueden afectar la evolución de los insectos al incrementarles la dificultad para evitar a los depredadores. Muchas de las adaptaciones de los insectos para evitar a los depredadores pueden disminuir su eficiencia para alimentarse y/o su habilidad para depositar el mayor número posible de huevos.

El combate contra los insectos

La depredación de insectos que llevan a cabo las aves puede jugar un papel crucial en la reducción y/o el mantenimiento de poblaciones de insectos -menores durante los años en que no se dan las erupciones- y en el incremento significativo del lapso de tiempo transcurrido entre erupciones. En varios estudios se ha demostrado que en los bosques orientales las aves pueden consumir hasta un 98% de los gusanos budworms y hasta casi un 40% de las especies aún sin eruptar y pueden llegar a alterar los ciclos poblacionales y a disminuir las cifras tope de dichas poblaciones cuando tiene lugar una erupción.

La mayor presencia de aves en sectores de bosques con una alta densidad de plagas durante un año en que no se de una erupción de insectos, puede dar lugar a la eliminación de dichos insectos y puede alterar la ubicación y la diseminación de una erupción posterior.

Las huertas cercanas a los bosques tienden a tener mayores cifras de aves presentes, lo que aumenta la tasa de depredación de las plagas de insectos agrícolas. En algunos cultivos, las aves han podido llegar a consumir hasta un 98% de overwintering Codling Moths y, en consecuencia, han logrado controlar las plagas exitosamente.

Cómo ayudar a las aves a ayudarnos

Es mucho lo que podemos hacer para promover la eficacia de las aves como depredadores de insectos dañinos y, por consiguiente, ayudarnos a nosotros mismos, no sólo ambiental sino económicamente.

Por ejemplo, en Europa ha habido varios programas exitosos para proveerles nidos a las aves que anidan en cavidades, tales como el Pied Flycatcher. Estas aves pueden reducir sustancialmente las plagas de insectos sin los costos económicos, ambientales y para la salud que ocasionan los pesticidas.

El manejo de "tocones" (reteniendo los árboles muertos en pie) en un bosque o una arboleda también incrementa el hábitat disponible para los pájaros carpinteros y para otras de las aves que anidan en cavidades. Estas especies constituyen depredadores de insectos sumamente eficientes y pueden tener un efecto marcado sobre dichas poblaciones.

Una de las formas más promisorias de controlar a los insectos es el Manejo Integral de Plagas (Integrated Pest Management -IPM), en el cual, las aves juegan un papel protagónico. El éxito y la factibilidad económica de estos programas podría depender de la cantidad y la diversidad de aves en un área. Proveer arbustos, arboledas, hábitats próximos a arroyos y árboles de sombra en terrenos agrícolas les serviría a las aves como refugio y como áreas para anidar.

Las erupciones de insectos pueden acabar anualmente con cientos de millones de dólares en productos agrícolas y forestales. En 1921, Edward Forbush escribió: "Las aves redujeron las plagas agrícolas y forestales en un 28%, lo que nos permitió ahorrar $444 millones en pérdidas de cosechas y madera". Hoy en día, no alcanzamos a imaginarnos el valor económico que tienen las aves. Su valor no consiste únicamente en el consumo real que realizan de las plagas de insectos, sino en el papel que desempeñan para mantener a raya las erupciones futuras.

Lecturas complementarias:

Dickson, J.G. et. al., eds. The Role of Insectivorous Birds in Forest Ecosystems. Academic Press. New York. 1979. 381 pp.

Holling, C.S. Temperate Forest Insect Outbreaks, tropical Deforestation and Migratory Birds. Mem. Entomol. Soc. Canada. 146:21-32. 1988.

Morrison, M.L. et. al., eds. Avian Foraging: Theory, Methodology, and Applications. Studies in Avian Biology No. 13. Cooper Ornithological Society. Allen Press, Inc. Lawrence, KS. 1990. 514 pp.

Pschorn-Walker, H. Biological Control of Insects. Ann. Rev. Entomol. 22:1-22. 1977.

Takekawa, J.Y. et. al. Biological Control of Forest Insect Outbreaks: The Use of Avian Predators. in 47th N.A. Wildlife Conference. pp. 393-408.